Existen sólo tres lugares en el mundo con este paisaje, cada uno con su propia singularidad. El más extenso es la bahía de Halong en el norte de Vietnam, el otro se encuentra en Guilin, provincia meridional de la China interior.
La tercera, que presento en esta entrada, está en el sur de Tailandia, en la provincia de Phang Nga, su enclave tropical con la exuberante vegetación que reviste sus muchos (unos 200) esbeltos y oscuros islotes calizos parecieran torres rocosas emergidas de entre las esmeraldas aguas del mar de Andamán recubiertas por un natural jardín vertical que la arquitectura moderna trata de imitar en la actualidad y que le confiere su singular espectacularidad.
La porosidad de la roca caliza y el agua de lluvia a lo largo de los siglos ha originado originales formaciones y deformaciones caprichosas de gran belleza como cuevas y simas con estalactitas y estalagmitas así como túneles inundados por el mar.
Este peculiar paisaje con multitud islas e islotes y laberínticos manglares llamó la atención de Hollywood para la grabación de una de las películas de la saga James Bond, sirviendo de escenario central el islote Ko tapu (clavo, en tailandés, por su forma triangular) en 1974 con ¨El hombre de la pistola de oro¨ protagonizada por Roger Moore deviniendo atracción turística desde entonces y conocida como la excursión a la isla de James Bond.
Para los amantes de excursiones más activas, propongo los paseos en canoa por y entre sus muchas islas como Hong o Panak, para descubrir sus túneles, cuevas y demás sorpresas que guardan en su interior con la sempiterna quietud de sus aguas verdes y su curiosa fauna como el pez andante que muchos reconoceréis por los documentales de La 2, monos, águilas pescadoras y otras aves que hacen de esta enigmática bahía su hogar.
Quienes gusten de visitar otras formas de vida humana, un almuerzo en el poblado musulmán Panyee de casas palafito (sobre el mar) supone una experiencia etnográfica interesante además de saborear sus pescados y mariscos.
Para terminar de forma relajada la excursión, la parada en una playa de la isla Naka, donde bañarse, tomar el sol o alguna bebida, montar motos acuáticas o simplemente contemplar la silueta exótica que se recorta en el horizonte de esta única Bahía de Phang Nga terminará por hacer único y memorable este mágico día en el sur de Tailandia.
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